domingo, 25 de junio de 2023

Virginia Edition, o cómo leer las obras completas de un autor (VI). Creating a genre (32)

 Este volumen contiene una recopilación de los primeros relatos de Heinlein que no quedan recogidos en su Historia del Futuro, en el periodo comprendido entre 1939, que es cuando empezó a publicar, y 1942. Existe un segundo volumen de relatos sueltos con el título de New Worlds, que trataremos en su momento. 

Resulta más que evidente que, si no queremos tener varios volúmenes empezados, y dejar cosas a medias, tenemos que ir un poco a saltos en el tiempo. Por un lado, hay que leer los cuentos de forma más o menos cronológica, y por el otro las novelas (de hecho, estoy pensando leer los juveniles por un lado y luego volver a las obras adultas, aunque por ello tenga que retroceder en el tiempo una vez más). Y como ya he dicho, creo que resulta un poco absurdo ir leyendo de forma estrictamente cronológica, sobre todo cuando hay series de por medio y, quitando las primerísimas obras, todo Heinlein es de calidad similar (es un decir).

Muchos de estos cuentos no son todavía un Heinlein completo, sino más bien vemos cómo va apuntando maneras. Otra forma de verlo es que se trata de los peores relatos del autor, aquellos que no han sido tan buenos como para aparecer en otras antologías o formar parte de la citada Historia del Futuro, y en general estuvieron dando vueltas sin venderse durante bastante tiempo.

Y como siempre, destripes. 

 

Elsewhen. No he podido encontrar edición en español, que no quiere decir que no exista. Escrita en la primavera de 1939, se trata de unos de los primeros relatos de Heinlein, y se nota porque estamos ante una historia meramente Pulp sin más. Rechazada y luego comprada por Campbell, la historia nos narra líneas de espacio y tiempo alternativas, anticipando ya, en sus primeras obras (como en Life-line, y otras más), su idea del multiverso creado gracias a la mente humana. Podríamos pensar que la idea es bastante alien, pero lo cierto es que no queda mucho más allá de la del universo holográfico de Maldacena, las diferentes teorías de cuerdas, cuánticas y de otros multiversos más o menos científica válidos.

El cuento comienza con una noticia de prensa, en la que se acusa a un profesor de haber asesinado y escondido a varios alumnos. Pero la realidad es bastante diferente. Efectivamente, el profesor invitó a esos alumnos a su casa, pero allí les enseñó, al más puro estilo Pulp, viajar a otras realidades paralelas con la mente

Todo el resto no es más que la típica aventura en lugares más o menos exóticos, sin mayor plausibilidad científica o coherente que la que el lector quiera darle. Lo más chocante de la historia es ver cómo el profesor viaja de uno a otro, llevando tecnologías y otros menesteres para ayudar a sus protegidos.

 

My Object All Sublime. El comentario al cuento nos dice que se trata de un cuento humorístico a imitación de las historias de Wodehouse. Pues será cierto, porque ni conozco a este señor, ni tampoco me ha parecido humorístico más allá del profesor escondido tirando bombas fétidas a los conductores que se están saltando las señales de tráfico en un cruce. 

Es decir, el profesor inventa una capa de invisibilidad (como esas que hace poco salieron en las noticias), y la aprovecha para que nadie lo vea vengarse de los conductores que casi lo atropellaron en una ocasión anterior. 

La historia tiene más, pues al final lo descubren y lo meten en la cárcel, de donde lo ayuda a salir el mismo periodista que descubrió el cotarro, con ayuda de una chica famosa, con la que se intercambia gracias al susodicho artilugio de invisibilidad.

Una bufonada sin mucho fuste, porque con poner un guarda de tráfico en el cruce, todo se hubiera solucionado.

 

Pied Piper. Otra historia pulpera sin más. Comienza con dos países en guerra, y el que la está perdiendo decide emplear a uno de sus científicos más famosos, que en principio se niega a usar sus descubrimientos para matar gente, haciendo alabanza de la supuesta integridad de estos. No obstante, es convencido para que encuentre alguna manera de llegar a algún tipo de paz forzada.

Y dicho y hecho, inventa una máquina para trasladar de forma instantánea a la gente, una música al estilo del Flautista de Hamelín (de ahí el título) que quita temporalmente la voluntad a las personas, y secuestra a los niños del país contrario (otro guiño al título y al cuento original de los Grimm), de modo que si el enemigo quiere recuperar a su juventud, tendrá que negociar la paz, como así ocurre, aunque se produzca algún que otro contratiempo durante las negociaciones, cosa que el científico loco ya había previsto y soluciona, digamos, que flautísticamente. En fin, otra bufonada.

 

Lost Legacy. Publicado en español como La herencia perdida, nos encontramos ante una novellaescrita por y para Campbell, como se puede ver nada más comenzar. Huxley es un psicólogo que le está contando a su amigo, cirujano cerebral, que tiene un paciente que es capaz de ver lo que hay al otro lado de las esquinas, cuando llaman a este último para una emergencia, que resulta ser el paciente del psicólogo, que ha recibido un golpe en la cabeza. La operación es un éxito, pero el paciente ha perdido su facultad de ver lo oculto a consecuencia de una parte del cerebro que tuvo que ser extirpada por el accidente.

Esto nos da pie a que Huxley, una de sus estudiantes y el cirujano, inicien una serie de experimentos parapsicológicos, descubriendo que tienen poderes de todo tipo, sobre todo la chica: telequinesia, telepatía, adivinación…

Una vez que están seguros de que pueden demostrarlo todo, deciden incluir en sus clases dichos resultados, y como consecuencia de ello son amenazados con ser expulsados de todos lados por emplear pseudociencia en sus clases. Por lo tanto, y en uno de esos giros-Heinlein que a veces no entendemos, los tres deciden viajar, llegando al monte Shasta, en donde Huxley se rompe una pierna en medio de ningún lado.

Y mira tú por dónde, de la nada aparece un hombre que los ayuda y los lleva a su refugio, situado justo al volver la esquina, digo la roca, en donde la pierna del psicólogo es sanada en una noche y los protagonistas descubren a los restos de la civilización de la Atlántida y Mu (cágate lorito), ocultos allí y que poseen todas las facultades mentales que la humanidad perdió a lo largo de su historia. (¿Veis cómo es un Campbell puro?).

Una vez entrenados en todas las facultades perdidas, el trio los panchos decide abrirse al mundo, con lo que retornan a la civilización, donde tras mucho discurrir, si no pueden convencer a los adultos, pues convencerán a los niños, por lo que crean una nueva rama de los Boys Scout, cuyo campamento sitúan al pie de la citada montaña, y en donde indoctrinarán a los niños en las grandes facultades mentales.

Personalmente, esa forma de forzar una cosa así, personalmente, me da mucho yuyu, ya que se trata justo de emplear los mismos métodos que el enemigo, que irá apareciendo poco a poco y que será, al fin, vencido, volviendo a las andadas, digo a una sociedad perfecta en la que todos pueden hablar con todos a través de la mente y son capaces de servirse a sí mismos un refresco sin levantarse del sillón.

Por cierto, nos encontramos ante la primera aparición de los Boys Scout en Heinlein, una de sus (tantas) fijaciones… ¿con niños?.

 

Beyond Doubt. Otra vez Mu, pero en este caso se trata de una humorada, presentándonos la historia de las estatuas de la isla de Pascua como el producto de una malograda argucia electoral, mientras que en paralelo se va desgranando un sesudo estudio moderno sobre las mismas que nada tiene que ver con la supuesta realidad.

 

Magic, Inc. Dicen que es una de las obras más originales del autor. Personalmente me parece que no, aunque vosotros mismos lo podréis comprobar, ya que existe versión en español, con el título de Waldo y Magic, Inc., y que recoge las dos obritas del propio título.

Todo comienza con un suministrador de material para la construcción, que sufre la visita de un mafioso ofreciéndole protección contra desastres… mágicos, como que una salamandra le queme el local. El protagonista se deshace de él a puntapiés, pero al día siguiente su local está completamente arrasado a causa de eventos mágicos.

Se dirige entonces a un mago profesional para que deshaga el estropicio, pero este es un poco inútil y no lo consigue. Un amigo le recomienda a una mujer, que esta sí que sí, esta no solo obliga a los demonios y demás seres mágicos a devolver la tienda a su estado original, sino también incluso a que una salamandra se amigue con el propietario del local (no, no me preguntéis la razón; tan kafkiano es para mí como para vosotros).

La historia avanza, ahora el personaje central tiene problemas, pues está a punto de morir en accidentes muy extraños, por lo que su amigo le recomienda a un brujo africano que consigue quitarle el mal de ojo (no se dice en el texto así, pero es lo que tiene).

Y ahora vienen las palabras mayores, con la Cámara de Comercio local preocupada porque hay una empresa de consultoría que está haciéndose con el monopolio de la magia, apoyada por la creación ex profeso de algunas leyes, con el objetivo de subir los precios de forma dramática en cuanto tengan el control, por lo que una representación decide ir al Congreso para detener otra nueva ley pendiente de aprobar, que los convertiría en un monopolio de facto. No obstante, la ley es aprobada sin que puedan hacer nada.

Aquí vemos los conocimientos de Heinlein sobre política y todos los tejemanejes habituales del sector. Personalmente creo que lo borda, aunque esta parte del texto me haya parecido bastante aburrida.

Una vez que han fracasado, descubren que el instigador de todo es un demonio, por lo que deciden descender al Mundo Medio (Half World), buscarlo y forzarlo a que lo anule todo. Por lo tanto, el protagonista, su amigo, la maga y el brujo se enfrentan a Lucifer, y localizan al demonio, que ha infringido sus propias leyes y es condenado por el propio Satán.

Típico en Heinlein, la bruja resulta ser una jovencita de la que el protagonista se enamora, para descubrir con posterioridad que no, que sigue siendo una abuela. Aquí la trama resulta un poco confusa, o al menos me lo ha resultado a mí, pues esta parte entra un poco con calzador y no forma parte del devenir de la historia, quizás para añadir un poco de picante a una historia que no lo necesita. 

Estamos aquí ante la primera novela (porque por longitud casi lo es) en la que se presenta la magia como un elemento normal y corriente, integrado en la sociedad como una tecnología o ciencia más, sin fricciones y sin presentar elementos sobrenaturales. El único punto negativo, a mi ver, es lo larga que es, y que está dividida en dos partes claramente diferenciadas que dan la sensación de estar un poco estirada de más.

 

They. ¿Nunca has pensado que el mundo que te rodea pudiera ser una construcción artificial para mantenerte inmerso en una realidad que no existe? ¿Has visto el Show de Truman? Pues este cuento muy bien puede ser una precuela, incluso con el paralelismo de que la impresión que el protagonista tiene es cierta, pero en este caso son unos extraterrestres los que están construyendo el mundo artificial, y el hombre se da cuenta porque un día tiene que volver a la casa y descubre que, mientras delante llueve, detrás no lo hace. 

Personalmente yo he visto eso mismo sin ser nada extraordinario, y de hecho una vez estuve justo en el borde. Si saba un paso, me encontraba dentro del agua, si me movía, salía de la lluvia. Fue toda una experiencia ver el corte del agua, completamente definido. Por lo tanto, quizás, el efecto que disparó la sospecha del personaje debía haber sido otro ya que ese efecto es harto conocido y completamente natural… o no.

 

And He Built a Crooked House. Heinlein no se corta un pelo con argumentos difíciles de explicar, y este es uno de ellos. Un arquitecto decide construirle a su cliente una casa con forma de la representación en tres dimensiones de un teseracto. En el trayecto a la casa para enseñarla, el arquitecto y el matrimonio comentan el terremoto acontecido durante la noche. La sorpresa es mayúscula cuando llegan y descubren que solo hay visible una habitación, una especie de cubo con la puerta principal.

De todos modos, deciden entrar a ver qué ha pasado. En el interior, la casa está completa, con todas las habitaciones donde deben estar, pero las ventanas dan a lugares extraños o a otras partes de la propia casa, lo que les hace sospechar que durante el terremoto el teseracto colapsó y se plegó en la cuarta dimensión. 

Y mientras están en ello, se produce otro terremoto y a partir de ese momento no consiguen salir, excepto por una ventana que da a un desierto, que resulta ser una zona cercana, y cuando vuelven a donde debía estar la vivienda, descubren que ha desaparecido por completo, y piensan que se debe haber caído en la cuarta dimensión.

El argumento es muy original, y el desarrollo un poco Pulp de más, sobre todo en la actuación de la esposa, quisquillosa, exigente y que se desmaya por cualquier tontería. 

 

We Also Walk Dogs. Originalmente formaba parte de la Historia del Futuro, pero fue retirada porque, para ser sincero, no terminaba de entrar, mayormente por el hecho de que existan habitantes en la mayoría de los planetas del Sistema Solar, cosa que no vuelve a aparecer en ninguna otra de las historias de esa serie.

En contra del cuento anterior, en este, salvo la ricachona que da inicio a la historia, son mujeres perfectamente profesionales y que saben lo que quieren, presentándonos así a un doble Heinlein, que causa esas típicas peleas entre fans, sin darse cuenta de que el autor puso lo que quiso y como quiso en sus obras. 

Servicios Generales puede hacer cualquier cosa por ti, como lo que sirve de presentación a la historia. Pero reciben una llamada del gobierno, que les encarga la preparación de un gran evento intergaláctico que debe ocurrir en la Tierra; no hay problema en realizarlo, salvo que necesitan un generador de gravedad para cambiarla según los diferentes tipos de extraterrestres. 

Han de contactar, por tanto, al mayor experto en gravedad, pero éste no tiene interés alguno en construir una máquina de ese tipo, por lo que tienen que chantajearlo de alguna forma, y la única manera es darle una taza de loza china que se encuentra en el Museo Británico, que tendrán que intercambiar gracias a los poderes naturales y de convicción de una de las directivas femeninas de la empresa. 

Al final todo sale bien.

 

By His Bootstraps. Esta es una de esas novellas que dejan huella. O la entiendes totalmente o no te enteras de nada, pero lo que se dice olvidarla, no la olvidas. Aquí he hecho algo de trampa, porque después de leerla en inglés en este tomo, la he vuelto a leer en español, pues existe versión traducida con el título de Por sus propios medios

Nunca mejor escrito, porque se trata de una historia de viaje en el tiempo… en el que todos los protagonistas son la misma persona que va hacia atrás y adelante, recogiéndose a sí mismo y volviéndose a trasladar. Todo un lío que se puede disfrutar si uno sigue el argumento con detalle, o simplemente si se deja llevar y asume que todo es correcto.

La historia fue un bombazo en su momento, aunque no tanto como Heinlein esperaba, mayormente debido a la complejidad argumental.

 

Goldfish Bowl. Este cuento inició una nueva variante dentro del subgénero de las invasiones extraterrestres. Hasta el momento, estas eran de dos tipos: o bien nos masacraban o bien salíamos victoriosos, pero nadie llegó a escribir nada en el que los extraterrestres invasores nos ignoraran por completo porque no fuéramos nada para ellos, igual que nosotros ignoramos a las hormigas.

La historia comienza en un barco militar, acercándose a dos columnas que han aparecido de repente cerca de Hawái. Y no mucho porque a partir de cierta distancia, cualquier máquina deja de funcionar, y las corrientes de agua atraen a los pecios hacia una de ellas y los hace desaparecer sin más.

Por tanto, unos científicos han preparado un batiscafo especial con el que van a introducir a uno de ellos a ver dónde conducen dichas tuberías. Dicho y hecho, tras desaparecer el aparato, el protagonista aparece en una sala vacía, solo con comida y agua, de la que no puede escapar por más que lo intente. Al cabo de unos días aparece otro científico, y los dos irán muriendo sucesivamente sin haber podio resolver el misterio ni comunicarse con sus captores, dejándonos con las mismas incógnitas con las que comenzó la historia y sí unos comentarios sobre extraterrestres tan avanzados y diferentes de nosotros mismos que la intercomunicación sea completamente imposible.

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Y con esto termina el libro. Bueno, hay una nota al final que comenta un error en el texto de Lost Legacy que no se ha podido solucionar por estar mal también en el manuscrito original.

Virginia Edition, o cómo leer las obras completas de un autor (VIII): Expanded Universe (31)

Este es el libro más infumable de los publicados por el autor en vida. Incluso podríamos decir que lo es de toda la producción literaria de ...